Un arte marcial para todos…


Nací el año 1918. Me siento feliz de haber dedicado toda mi vida al karate.
Mi padre, Kenwa Mabuni, fundador del Shito karate, siempre decía: ¨cualquiera puede practicar karate, jóvenes y ancianos, hombres y mujeres¨.
 El karate puede satisfacer las necesidades de diferentes tipos de personas. Puede ser practicado para tener una buena salud, así como para mantener la belleza y la condición física, y por supuesto para la defensa personal o para una lucha real. Pero eso no es todo, en el Budo el karate no es sólo un sistema de técnicas físicas, llamadas Taijutsu, sino que también es rico en técnicas mentales llamadas Shinjutsu.


Una vez, durante la realización de un kata por parte de un experto karateka, escuché a un espectador decir: “únicamente sintiendo esta energía espiritual, puedo comprender que el karate es algo de grandísimo valor”.


Hay gente que le gusta karate por su faceta artística. Por ejemplo, en los juegos olímpicos de Sidney en el año 2000, el equipo austriaco de natación sincronizada causó una gran polémica al utilizar el kata Heian Yondan en su actuación.
En agosto del 2001 en el Nihon Budokan, tuvo lugar la tercera reunión mundial de Shito karate, donde conocí a un famoso bailarín japonés que me dijo: ”puedo ver una conexión entre la danza y el karate”.



Para mi mente el karate es como una gran montaña que puede ser escalada por diferentes caminos, los cuales revelaran diferentes horizontes acordes con los puntos de vista del practicante. Ni los medios ni el camino para escalar esta montaña están prefijados. Algunos caminan despacio hacia la cima para forjar su físico, otros, los montañeros ambiciosos, quieren escalar la cima de la manera mas rápida y concienzuda posible.







Mabuni Kenei
(Traducción de la introducción del último libro de Mabuni kenei, EMPTY HAND -
The Essence of Budô Karate)