Si has entrenado durante varias décadas, incluso si hay algunas patadas o técnicas que ya no puedes realizar, bien debido a la edad o las lesiones, eso no niega tu entrenamiento de guerrero.
Como escribió Han Fei Tzu:
"A medida que cambian las circunstancias, también se modifican las formas de lidiar con ellas".
A medida que envejecemos, debemos modificar nuestro entrenamiento y nuestras técnicas de defensa personal para satisfacer nuestras capacidades y necesidades actuales.
Debes conocer tus límites y tus capacidades, y adaptarte.
Charles Spurgeon, lo expresó perfectamente:
"Es una tontería tratar de vivir de experiencias pasadas. Es un hábito muy peligroso, si no fatal, juzgarnos a nosotros mismos a salvo por algo que sentimos o hicimos hace veinte años".
El maestro Funakoshi afirmó que el propósito del Karate es la perfección de nuestro carácter, y que nunca se es demasiado viejo o se está demasiado herido para seguir mejorando el carácter.
Sigue esforzándote por ser lo mejor que puedas ser, sin importar cuántos obstáculos tengas que enfrentar.
Y recuerda siempre que un tigre viejo sigue siendo un tigre.