Algunos principios a tener en cuenta si quiere hacer karate verdadero:
-Karate no es PELEAR.
Pelear es enredarse en una lucha, medirse con otro, prevalecer por fuerza, resistencia, aguante. La "pelea" se da en un contexto predecible, a veces con reglas, en el que pueden haber o no acuerdos preexistentes, lo que conocemos como códigos.
En la actualidad del mundo real, cada vez hay menos, por lo tanto una situación cualquiera puede ser muy peligrosa.
En el momento de defender la propia integridad o la de terceros no hay reglas, ni escenarios, ni mediadores ni garantías ni tiempos.
Lo único que existe es supervivencia.
- Karate es sorpresivo, una explosión que reúne energía en una milésima de segundo.
Una situación de peligro debe resolverse en lo que tarda un pestañeo, pues la cantidad de tiempo que permanezcamos en riesgo es directamente proporcional a las probabilidades de salir lastimados, heridos o en el peor de los casos, morir.
Por esa razón excluyente es que en karate no se intercambian golpes, no se busca luchar cuerpo a cuerpo y se ejecutan técnicas con el objetivo específico de eliminar la amenaza instantáneamente.
Una técnica. Y luego salirse de la escena de inmediato.
- No nos defendemos para acumular méritos, puntos, honores o prestigio. Lo hacemos para que no nos lastimen, no para satisfacer egos.
- ¿Cómo hacer para ejecutar técnicas definitivas?
Practique cada técnica al máximo de potencia que sea capaz de generar, sea en defensa o en ataque.
Si defiende no se trata de poner el brazo, la mano o la parte del cuerpo que use.
Si la intención es desequilibrar o desviar un ataque, luego debe continuar una técnica que deje al enemigo imposibilitado de continuar.
Si bloquea, que sea para romper, o para disuadir a quien lo ataca de que cada vez que intente golpear, usted al defender podrá quebrarlo. Eso convence de desistir al más agresivo.
- Por lo anterior, entrene en algún nivel la dureza de sus extremidades. Chocar con un fierro duele, y el dolor siempre persuade.
-Practique en cada clase, cada técnica, como real.
Haga kihon pensando en que lo están atacando de verdad.
- Entrene seriamente.
La única exigencia que sirve para dar el máximo es la que viene de un otro que se la ordene.
No espere consideraciones de su sensei, sino todo lo contrario:
que él lo lleve al límite y lo empuje a superarlo es lo mejor que de él puede recibir.
Tenga presente: karate no se adapta a su zona de confort.
El propósito, en tanto disciplina, es romperla en mil pedacitos.
Si no está dispuesto a someterse a ese rigor, por favor,
NO HAGA KARATE, pues solo logrará engañarse, ir a menos y ser una caricatura de todo lo que usted puede ser. Y usted puede ser lo que esté dispuesto a lograr, ni más ni menos. Y no crea que estoy refiriéndome a "ser un campeón".
-Nunca olvide: karate es SHIN GI TAI.
Shin: mente, espíritu.
Gi: técnica que debe ser perfeccionada, lo que da su fundamento al concepto de ARTE.
Tai: cuerpo. Lo moldeamos con el trabajo incesante y duro, como se fragua una espada.
- Karate es unidad.
Si uno de esos tres elementos falta, no hay karate.
Todos sus movimientos deben estar respaldados por una técnica apropiada, por un impulso energético, una determinación total (kime) , por un cuerpo preparado con todos sus sentidos en alerta.
-Haga karate para ser mejor persona, mejor compañero, más sabio, más centrado, más amable, bondadoso y sereno y si puede,
mejor atleta, mejor competidor, para estar preparado si una situación en la que deba usar karate para sobrevivir o para defender a otros más débiles se presenta.
En ese orden.
- Karate no puede obtenerse en un gimnasio, por el pago de una cuota, por usar uniforme, por logros deportivos, ni siquiera por ir a un dojo: karate es un estado del alma, una visión de la vida, una forma de expresión destinada a la excelencia, que sucede a cada instante.
- Karate es filosofía activa.
Nada de lo que usted obtenga de karate es solo teórico o solo práctico, todo se une en un punto, como la vida.
Osss!